Ray Smith

Brownsville (Estados Unidos), 1959

Vive y trabaja en Nueva York, y Cuernavaca, México.

 

La obra de Ray Smith surge en los años ochenta y, desde un enfoque colaborativo e inclusivo, se caracteriza por pinturas y esculturas exuberantes, que mezclan el realismo mágico, el surrealismo y el arte de las vanguardias.

 

Su estilo y sus temáticas reflejan una herencia cultural proveniente de Estados Unidos y de México. En un primer momento, se formó en la pintura al fresco con profesionales tradicionales mexicanos, recibiendo también influencias de Picasso, los surrealistas y el muralismo político mexicano.

 

Recurrentemente, encontramos en las telas de Ray Smith figuras humanas contorsionadas, así como imágenes de perros y otros animales antropomorfizados, junto con bestias híbridas fantásticas, en parte humanas, en parte animales. A través de estos seres variados y otras imágenes de objetos distorsionados, Ray Smith muestra la complejidad y lo absurdo de la sociedad, la familia, la política, la cultura, la guerra y la condición humana en sí misma.