Siguiendo una línea de investigación de largo recorrido acerca de la relevancia de producir obras de arte, Perejaume propone un experimento minimalista, con dos obras nuevas.

 

A lo largo de su producción artística, Perejaume siempre ha cuestionado el espacio dedicado a las obras de arte. El espacio, entendido como lugar físico, como puede ser el espacio exterior o el lugar de exhibición -galería, museo- pero también el espacio mental. Dejar espacio a las obras de arte remite también a una noción temporal: ¿cuánto tiempo dedicamos a contemplar las obras? ¿Qué lugar ocupan en nuestras vidas?

 

La exposición se puede considerar como una representación íntima y teatralizada en dos tiempos.  

 

La antesala, de paredes oscuras, nos introduce en la galería con la frase: “¿No os parece que las obras empiezan a ser tan valiosas como el lugar que ocupan? ¿No oís que, de tantas como hay, las obras dicen y redicen, tanto al que las visita como al que las hace: “No cabemos, hacednos sitio”?

 

La primera sala está dedicada a una única fotografía en blanco y negro, realizada a partir de la exposición de 140 fotogramas de la película “El Ball de l’Espolsada”, que fue rodada en 1902. La filmación se encargó al estudio Napoleón de Barcelona cuando, a inicios del siglo XX, este baile popular fue objeto de recuperación tras cincuenta años en el olvido. La restauración de este material permitió redescubrir la coreografía original. La película, que es una de las filmaciones más antiguas de Cataluña, pertenece al Museo Etnológico de Barcelona y está depositada en la Filmoteca de la Generalitat de Catalunya.

 

En la segunda sala, nos encontramos un imponente proyector de cine que presenta la Projecció cinematogràfica del llegat Cambó. El legado Cambó es un fondo de cincuenta y dos pinturas de los grandes maestros europeos de entre los siglos XIV y XIX (Veronese, Tintoretto, El Greco, Rubens, Metsys, Gainsborough, Le Brun, Goya, Fragonard, Quentin de la Tour, Lucas Cranach, Tiepolo…). Es la aportación desinteresada de más valor que ha recibido el MNAC y proviene del político y mecenas Francesc Cambó (1876-1947). En la proyección, el legado fluye vertiginosamente como una fulguración cromática.

 

 

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Perejaume (Sant Pol de Mar, 1957) ha recibido premios como el Premio Nacional de Arte Gráfico de la Real Academia de Bellas Artes, el Premio de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura y el Premi Nacional d’Arts Visuals de la Generalitat de Catalunya. Recientemente ha comisariado la exposición Maniobra de Perejaume en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona. Ha mostrado su obra en exposiciones como ¡Ay Perejaume, si vieras la acumulación de obras que te rodea, no harías ninguna más!, La Pedrera, Barcelona; Imágenes proyectadas, CAB Centro de Arte Caja Burgos, Burgos; Amidament de Joan Coromines, Es Baluard, Palma de Mallorca, La Pedrera, Barcelona; Retrotabula, Palacio de los Condes de Gabia, Granada, Artium Vitoria. Ha participado en bienales internacionales como Prospect 1 New Orleans (2008), Art Unlimited, Basel (2006), 51 Bienal de Venecia (2005). Ha publicado recientemente Mareperlers i Ovaladors, Edicions 62, Barcelona (2014) y Paraules Locals, Tushita edicions, Barcelona (2015).