Port de Sagunt, Valencia, 1955
Vive y trabaja entre Nueva York y Saro (Cantabria)
La trayectoria de Victoria Civera se inició en los años setenta, trabajando principalmente el fotomontaje. A lo largo de la década siguiente se centró en la pintura, en un primer momento abstracta, aunque luego incorporó la figuración. Es a mediados de esta década cuando Victoria Civera se traslada a Nueva York e incluye fotografía y escultura a su práctica artística, y se produce un cambio en su obra, que deviene más introspectiva.
Por la iconografía de su obra, centrada en el universo femenino, y por su contenido onírico, Victoria Civera ha conseguido un lenguaje personal y repleto de matices. Se ha movido entre las piezas de gran escala, en las cuales opta por materiales industriales, y piezas de una poética comedida y sugerente, incorporando a menudo objetos de la vida doméstica.