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Luis Gordillo

Inauguración jueves 10 de marzo, a partir de las 17h

Encuentro con el artista el miércoles 20 de abril a las 19h
Aforo limitado. Cita previa a galeria@galeriajoanprats.com

Presentamos la sexta exposición de Luis Gordillo en Galeria Joan Prats, titulada ‘Re/Encuentro’, en la que mostraremos obras recientes del artista, pintura, dibujo y grandes polípticos de impresiones digitales.

Con motivo de la exposición, Ignasi Aballí ha escrito un texto titulado ‘Subinsconciente’, que rinde homenaje a la obra de Luis Gordillo

Kunsthalle Krems, Austria

02.07 – 05.11.2017

 

In Modernism, abstraction is regarded as one of the most significant formal articulations and is particularly linked to painting. The consistent analysis of the medium up to the zero point in the avant-garde of the 1910s followed a steady resurgence of non-representational painting, especially in abstract expressionism, in informal and minimal art Painting and the creative authority, which was countered with sensuality and intuition in the postmodern phase from the 1980s onwards.

The exhibition Abstract Painting Now! Will focus on the current international situation of the non-figurative panel painting with about sixty artistic positions and will fan out the wide field of a still significant painter’s practice. The historical basis of the show is the development following Abstract Expressionism, which was supported above all by Gerhard Richter and Sigmar Polke. The former, after a period of agony, in which his gray colorings emerged, turned to the beautiful, seemingly expressive. The latter used abstraction as an ironic paraphrase, commenting on the veracity of the brush stroke as a mark of the artistic self. 

 

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Alfons Borrell

Texto de Alicia Kopf

 

Nos complace anunciar la nueva exposición de Alfons Borrell en la Galería Joan Prats, el próximo jueves 15 de diciembre.

 

Tras la exposición que le dedicó el pasado 2015 la Fundació Miró, que recogía sesenta años de práctica artística, presentamos la obra más reciente de este creador singular, que concibe la pintura como un espacio de relación con el mundo y, a la vez, como un impulso, una emoción y que se ha mantenido alejado de las modas y las corrientes preponderantes a lo largo de su trayectoria.

 

Su obra se caracteriza por la importancia del color y se debate entre la sutilidad y la intensidad, entre la apertura hacia la naturaleza y el recogimiento introspectivo. Vinculado desde 1955 al lenguaje de la abstracción, ha sido influenciado en diferentes momentos de su vida por Anglada Camarasa y Brossa, dos artistas que, más allá de una estética, le aportaron una actitud vital y ética delante del arte. El trabajo de Borrell ha sido y es actualmente intenso y constante, moviéndose siempre en unos parámetros que va repitiendo con rigor y dedicación.

 

El color en la obra de Alfons Borrell es un agente invasor que se mueve y fluctúa, el artista lo define como una extensión de la persona, que te mimetiza con el entorno, “si caminas por un bosque lleno de abetos te vuelves verde, si pudieras sumergirte en el mar saldrías de color azul…” Afirma “me gustaría ser pintura”. Se trata de una visión propia del color y la pintura, ligada al concepto, al pensamiento, y también a la vivencia. Borrell utiliza solo cinco pigmentos extraídos de la tierra, verde, azul, naranja, ocre y gris; mientras que el blanco, de la superficie de la tela, emerge como una aparición de la luz.

 

A este trabajo del color, que ha utilizado reiteradamente por sus connotaciones simbólicas, se le suma la percepción de presencias y ausencias a partir de una particular experiencia de límites. En sus pinturas, líneas verticales recorren la superficie designando simbólicamente una presencia, líneas horizontales remiten al horizonte, y la imposibilidad de contener la materia de color, que, en ocasiones, desborda los márgenes marcados, nos muestra la experiencia de lo ilimitado.

 

La obra de Borrell pide una contemplación activa por parte del espectador, que establece una relación de tensión con las obras. Su experimentación no depende de códigos de interpretación o conocimientos previos sino que su pintura parece dirigirse directamente al observador, interpelándolo, pero dejando siempre un espacio de libertad como posibilidad para habitar su lenguaje.

 

Alfons Borrell (Barcelona, 1931) vive y trabaja en Sabadell. Tras una primera etapa de formación en la pintura figurativa, se inició en la abstracción en 1955, con obras próximas al informalismo. Alejado de la academia, formó parte del Grup Gallot, grupo iconoclasta y revolucionario vinculado a la pintura gestual. Esta experiencia radical le permitió encontrar su propio camino, de sobriedad y silencio, a lo largo de los 60. A partir de 1976, empezó a titular sus obras con la fecha exacta de su finalización, a modo de diario, el mismo año que participó en la colectiva Pintura 1, en la recientemente inaugurada Fundació Joan Miró de Barcelona, donde volvería a exponer en solitario dos años más tarde y, en 2015, con una gran retrospectiva. Entre las exposiciones en los últimos años, destaca la realizada en 2006 en el Centre Cultural Santa Tecla, L’Hospitalet de Llobregat, que itineró al Museu de Sabadell, la antológica de obra sobre papel realizada en 2011 en la Fundació Palau de Caldes d’Estrac y la realizada el mismo año en la Fundació Vila Casas. Ha participado en exposiciones colectivas en el MNAC, el Centre Cultural Tecla Sala, el MACBA, el CCCB y el Centre d’Art Santa Mònica, Barcelona, el Museo Rufino Tamayo, México DF, el Flanders Contemporary Art, Minneapolis, y el Museum of Contemporary Art, Filadelfia. En 2014 recibió el premio GAC, un galardón honorífico en reconocimiento a su larga trayectoria.

Alfons Borrell

Barcelona, 1931 – Sabadell, 2020

 

Alfons Borrell es uno de los más destacados representantes de la abstracción lírica en Cataluña.

 

Tras frecuentar el estudio de Anglada Camarasa y estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona, Alfons Borrell inició su trayectoria pictórica en los años cincuenta, dentro de la figuración en un primer momento. Su obra evolucionó hacia el expresionismo abstracto y, ya en la década de los sesenta, hacia la pintura gestual.

 

A mediados de los setenta desarrolló el estilo que le es propio, desligado de etiquetas, caracterizado por un monocromatismo sobrio que se desvinculaba conscientemente de la corriente matérica del informalismo. En su pintura, el color se impone a la forma, a partir de un lenguaje que renuncia a cualquier ansia referencial y que busca la contención y el rigor.

Soñé que revelabas (Madeira), 2019

Santander, 1954

Vive y trabaja en Nueva York y Saro (Cantabria)

 

 

La pintura de Juan Uslé se basa en su experiencia de la ciudad, en concreto de Nueva York, donde se trasladó a finales de los ochenta. La percepción visual, a la vez líquida – por lo móvil y fluida – y luminosa de sus estructuras y espacios, le influyó notablemente, haciendo emerger una combinación de elementos geométricos y elementos orgánicos en sus composiciones.

 

Juan Uslé trabaja mezclando sus propios colores y aplicándolos mediante dispersión sobre tela, y construye así imágenes abstractas a partir de patrones geométricos, de la luz y del color. En cada una de sus composiciones combina la búsqueda de una organización y una estructura, junto con la aparición de lo inesperado.

 

La pintura de Juan Uslé analiza, más que expresa, el origen de sus propias imágenes basadas en la experiencia urbana. Su práctica se basa en el juego entre antítesis formales, y su obra se define así por una dinámica de opuestos.